Cuidando la salud mental
Las barreras de la salud mental
Después de oír, cada vez más, que los casos de ansiedad y de depresión están subiendo, la pregunta que nos queda por hacer es: ¿hasta dónde hemos de llegar para superar las barreras de la salud mental?
De la misma forma que cuando tenemos alguna dolencia física acudimos al médico de cabecera y, si no puede ayudarnos, tenemos un especialista, en psicología cada vez estamos más cerca de alcanzarlo.
La figura del psicólogo o psicóloga
Que está la figura del psicólogo o psicóloga no es algo que nos extrañe, puesto que es una profesión que existe desde hace más de cien años, pero la especialización dentro de la misma profesión es algo que poco a poco ha ido recobrando más valor y mayor relevancia.
Actualmente la psicología se puede englobar en diferentes categorías, puesto que se trata de una disciplina que ha sabido adaptarse muy bien a las distintas profesiones hasta llegar a ser un complemento a nivel profesional, académico o personal.
La psicología en el ámbito laboral
En el mundo profesional tenemos al coach, que sería el asesor que orienta a un profesional o a una directiva, ofreciendo estrategias para resolver problemas, así como “apagar fuegos”.
También encontramos en el mundo laboral al departamento de recursos humanos, quienes además de la selección de personal y tareas administrativas (sin llegar a ser administrativos), también imparten cursos formativos para ayudar al desarrollo de la empresa en su tarea de alcanzar los objetivos propuestos.
La psicología en el ámbito académico
En el ámbito académico no podemos descuidar a los orientadores educativos, quienes acompañan a aquellos alumnos con más dificultades a seguir el curso académico y a adquirir los conocimientos básicos para, el día de mañana, tener una profesión con la que puedan desarrollar todas las habilidades que tienen.
La psicología en el ámbito personal
¿Y en el área personal? Aquí ya no nos sirve un psicólogo general sanitario o un psicólogo clínico que tenga conocimientos básicos sobre psicología clínica. Aquí, igual que en los otros ámbitos, la especialización es de vital importancia, porque tu salud mental es la que se encuentra en una situación vulnerable.
Cuando hablamos de acudir a un psicólogo porque hay problemas de relación con tu pareja, será importante acudir a un experto o experta en terapia de pareja, donde trabajar la comunicación, las estrategias de afrontamiento, el vínculo, las relaciones, los hábitos como pareja, etc.
Si las dificultades vienen por un trastorno en concreto, no tiene sentido acudir a un psicólogo generalista si se tiene la oportunidad de acudir a uno que hay a tratado esa problemática desde una corriente más transversal, pero acotada a un área de desarrollo.
Me explico: si es un problema como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) o un Trastorno del Espectro Autista, será importante acudir a un profesional que trate los denominados problemas del neurodesarrollo, esto es, las dificultades que aparecen desde la etapa infantil hasta la adultez. De esta manera, el conocimiento y experiencia de las dificultades en el desarrollo infantil podrán servir de gran ayuda para un niño o una niña que presente rasgos de algún trastorno.
Y, lo que está claro, es que este mismo profesional si no está especializado en otra problemática (como en rasgos psicóticos), deberá derivar el caso a aquellos profesionales que estén tratando esta problemática. Sólo de esta manera los psicólogos podrán apoyarse, especializarse y seguir defendiendo una sanidad donde la salud mental esté por delante de los intereses de cada uno.
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