CONSTITUCIONALISMO ES: PREMIAR A LA VEZ A LA POLICÍA Y A UN RAPERO

Federico Mayor Zaragoza afirmo: “hay que atreverse a corregir a Aristóteles y proclamar que “la buena política, es el arte de lo imposible”.

Algo así pensábamos algunos cuando, el 15 de marzo pasado, una Asociación de consumidores de Aragón dio sus décimo terceros “Premios al Buen Hacer en Consumo” conjuntamente a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Judicial y al rapero madrileño Dryak.

¿Qué habían hecho conjuntamente? Participar junto con los afectados y con la Asociación que los premiaba ACTORA (acrónimo de la asociación Torreramona) en la defensa de los afectados por la estafa de una organización de falsas clínicas dentales y conseguir que hoy estén procesados sus responsables.
En sus tres discursos había una coincidencia: los funcionarios y, la asociación consideraba que su misión era el servicio a la ciudadanía y el rapero… ¡también!

¡Nuestra democracia está viva! pensé. Porque democracia no es solo votar cada cuatro años sino esa capacidad de reaccionar y colaborar una asociación de la sociedad civil, con un rapero y con la administración para, junto con los propios afectados, resolver un gravísimo problema que ha afectado a varias decenas de miles de personas cumpliéndose así las tres preposiciones conque Lincoln definió la democracia: “Gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo”.

Al oír el agradecimiento de la Policía por el premio y, con gran altura personal y profesional, su reconocimiento al rapero por su trabajo altruista a favor de la comunidad, me di cuenta de que aquel sencillo acto era un gran ejemplo de verdadero “constitucionalismo”, es decir de aplicación de los principios y valores constitucionales.

En efecto, la acción colectiva a favor de los afectados ha buscado las cuatro metas que marca, en su primer párrafo, nuestra Constitución del 78: “establecer la justicia, la libertad, la seguridad y promover el bien de cuantos la integran”, porque las cuatro habían sido violadas.
Y las acciones tomadas se enmarcan también en los cuatro pilares que marca su Preámbulo, ya que buscaban la protección “de los derechos humanos” y “un orden económico y social justo”, restableciendo el “Estado de Derecho y el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular”, y con ello indudablemente se promovía “el progreso de la cultura y de la economía”.

En unos tiempos en que muchos políticos parecen haberse convertido en seguidores del gran poeta francés Paul Valéry cuando afirmo, sarcásticamente, “Política es el arte de evitar que la gente se preocupe de lo que le atañe”, es bueno ver que el pueblo llano, y buena parte de los funcionarios, somos conscientes de que el vivir en comunidad, y disfrutar de sus grandes ventajas, nos obliga también a ocuparnos de los demás.

Y es que Democracia y Constitución no son solo grandes palabras, sino los más valiosos instrumentos que la humanidad ha encontrado para asegurar la convivencia y el bienestar de toda la ciudadanía.
Y si esos objetivos no se cumplen habría que asumir la verdad de la frase de Nelson Mandela: “Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y si no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cascara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento”.

Para evitar esa deriva actual de muchos discursos políticos, que parecen intentar evitar que la gente se preocupe de lo que le atañe, tal vez fuera conveniente practicar dos cosas: volver al activismo social en las asociaciones de todo tipo y dar nuestro voto solo a aquellos que nos propongan medidas concretas de desarrollo de los valores sociales de la Constitución, que antes hemos enumerado.

Y valorar especialmente aquellas medidas que busquen la protección del bienestar de los peor tratados por la mala gestión, desde el punto de vista social, de la salida de la crisis. Y entre ellas la petición de ACTORA de que los servicios de salud bucal sean incluidos dentro de la sanidad pública, ¡que nadie sabemos porque no fueron incluidos en su momento!
José Luis Alonso Vicepresidente de ATTAC

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