PILAR GOYA, VIUDA DE ALFREDO PÉREZ RUBALCABA: 40 AÑOS EL UNO POR EL OTRO
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Fue el mayor apoyo de Alfredo Pérez Rubalcaba durante 40 años, desde que se diera entre ellos la química (y nunca mejor dicho) en la Complutense de Madrid. Toda una vida al lado de un hombre que, tras fallecer hoy en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, deja en el PSOE el vacío del último líder histórico.
Pilar Goya Laza habría sido una Primera dama (de existir esa figura en nuestro país) sin imposturas ni alardes. En primer lugar porque su titulación académica y sus logros profesionales son ciertos y ajenos a la influencia de su marido, y en segundo lugar porque la esposa de Rubalcaba ha demostrado ser una mujer exquisitamente discreta.
Nacida en el seno de una familia intachable, y curiosamente de derechas, fue directora del Instituto de Química Médica; presidenta de la European Chemical Society, de la Sociedad Española de Química Farmacéutica y del patronato de la ONG Save The Children. Ha publicado más de 150 trabajos científicos y participado en la autoría de varias patentes internacionales.
"Se tenían el uno al otro"
La muerte de tres de sus hermanos hace unos 20 años la sumió en una depresión que la llevó a escribir un libro titulado "El dolor". Rubalcaba llegó a plantearse abandonar la política para ayudar a su esposa a superar el trance. Y, aunque no tuvieron hijos, se volcaron en criar a dos de sus sobrinos y en cuidarse el uno al otro.
De todos los detalles que se están comentando sobre el matrimonio resulta especialmente tierno éste de tenerse el uno al otro: dos personas que han mantenido vivo el cariño durante 40 años, hasta que la muerte de Rubalcaba a consecuencia de un ictus los ha separado.
De la trayectoria política de Alfredo Pérez Rubalcaba se desprende que no era hombre de ambición exagerada, ni capaz de todo con tal de llegar a la Moncloa como Pedro Sánchez. Rubalcaba representaba al PSOE de la lucha contra el terrorismo y la inmigración ilegal: el giro del partido hacia todo lo contrario le cogió retirado de la política y ejerciendo nuevamente como profesor.
Hoy, todo español de bien siente la pérdida de Alfredo Pérez Rubalcaba y acompaña en ese sentimiento a Pilar Goya, su esposa y compañera de vida. Escribiendo ésto recuerdo que él mismo ironizaba sobre las loas a los finados, porque "en España sabemos enterrar muy bien", pero habiéndose hablado tanto de sus defectos antes del fallecimiento - y sabiendo lo que se hablará después del mismo-entiendo que hoy, al menos en este momento, prime el respeto y la empatía hacia su viuda.
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