JUANA RIVAS: Y VUELVE LA BURRA AL TRIGO

Juana Rivas ha vuelto a organizar un espectáculo, utilizando a sus hijos, en contra de Francesco Arcuri

"Y vuelta la burra al trigo" es un dicho español para quien sigue erre que erre con la misma cantinela, que en el caso Juana Rivas esta insistencia contra su ex marido y padre de sus hijos, Francesco Arcuri, empieza a no poder contemplarse más que a tenor del refranero popular.

Por novena vez, y a pesar de que los mismos carabinieri la han advertido de que la Fiscalia no está dispuesta a secundarla en su empeño de acoso, Juana Rivas ha presentado denuncia contra Arcuri por supuestos malos tratos a sus dos hijos, Gabriele y Daniele, el mayor de los cuáles tiene ahora 13 años. Los niños han pasado la noche del lunes en un hospital de Cagliari porque, una vez comprobado que se encontraban en perfecto estado de salud, Arcuri no habría querido emprender el complicado viaje de regreso a Carloforte dada la avanzada hora de la noche, en atención a la necesidad de descanso de los menores.

Francesco Arcuri, que en todo momento de este interminable calvario personal y jurídico ha procurado seguir la línea de defensa más respetuosa posible hacia su ex mujer, se ha visto en la necesidad, colmada ya su paciencia, de presentar varios audios en los que los niños detallan la presión que su madre ejerce sobre ellos en contra de su padre, actitud que se conoce como síndrome de alienación parental. El desequilibrio emocional y psíquico que padece Juana Rivas, y que le hace vivir una realidad alternativa, ha sido certificado por un informe psicológico que resultó demoledor y decisivo para que los tribunales italianos otorgaran a Francesco Arcuri la custodia de sus dos hijos, en atención al mejor interés de los menores.

Los niños, que han sufrido lo indecible desde que su madre decidiera separarlos de su padre e interrumpir el contacto con el mismo para volver a su Granada natal, se encuentran en peligro de sufrir graves secuelas psicológicas si a la dureza de lo vivido se siguen sumando este tipo de espectáculos y la presión que sobre ellos viene ejerciendo Juana Rivas con fines manipuladores. A efecto de impedir que continúen sufriendo estos daños, el italiano no ha tenido más remedio que presentar los audios para que la Fiscalia tome cartas en el asunto.

Aunque la verdadera personalidad de Juana Rivas ha sido desenmascarada también en España - donde se ha confirmado la condena a cinco años de prisión por sustracción de menores- ninguno de los medios, entidades públicas e incluso figuras de la política que la apoyaron desde el primer momento ha presentado excusas por haber prestado dicho apoyo sin cerciorarse previamente de que los hechos denunciados por Rivas fueran ciertos.

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