Jordi Évole ('Salvados'): negocio millonario y dos fantásticas casas

La suya ha sido una carrera de fondo, de esas que empiezan desde abajo, poco a poco, sin sobresaltos, pero sin parar. Podríamos decir que Jordi Évole es un tipo con suerte pero mentiríamos a medias: es un tipo con buena estrella, sí, pero para llegar hasta donde está se ha dejado la piel. Y así sigue. Con horarios draconianos, viajes por medio mundo, entrevistas difíciles y expuesto a las críticas.

El periodista, humorista y guionista está en la cima y se ha convertido en uno de los pocos que ha logrado entrevistar al Papa Francisco, un encuentro insólito que se puede ver este domingo en La Sexta. Aquel chico de Cornellà que parecía gamberro se ha hecho mayor. Yasí lo reflejan también sus cuentas.

El presentador de 'Salvados' apunta con tino. Tiene una sola empresa, Producciones del Barrio SL, y no necesita más. Con unas cuentas brillantes, la compañía ha registrado unos beneficios netos de 997.266 euros, casi un millón, con unos ingresos de 5.088.871 euros, tal y como aparece en el ejercicio de 2018. El anterior, de 2017, los números eran también muy buenos: 3.838.052 euros de ingresos y unos beneficios netos de 1.023.352 euros.

Cifras positivas

La productora funciona, sin duda: tiene un patrimonio de 2.998.112 euros, un millón más que en el anterior ejercicio, y él es el administrador único. Ante las cifras positivas, el presentador-empresario ha incrementado la plantilla en 13 personas y han pasado de ser 33 trabajadores a ser 46 (el 50% son fijos y el otro 50% son eventuales).

Esta boyante situación económica ha tenido reflejo en su vida personal. Vive en una casa de 280 metros cuadrados en Santa Coloma de Cervellò, un bonito pueblo del Baix Llobregat, la comarca de la que es oriundo, donde se encuentra la Colonia Güell, uno de los complejos arquitectónicos diseñados por Gaudí y convertidos ahora en punto turístico obligado. La casa, un bajo con jardín, la compraron él y su mujer, Ester Delgado, en 2007 y pesa sobre ella una hipoteca. Esta no tiene piscina, la que sí tiene es su casa de veraneo.

La Costa Brava

El matrimonio y su hijo pasan los veranos y los pocos momentos de relax que tienen en el Port de la Selva, maravilloso enclave situado en el norte de la Costa Brava, en pleno parque natural del Cap de Creus, lugar preferido por la alta burguesía como la familia de los políticos Miquel Roca y Pasqual Maragall, y el cineasta Cesc Gay, por poner varios ejemplos.

La de Évole, una casa que compró con su mujer a finales de 2017, es discreta y sencilla pero cuenta con todas las comodidades y, sobre todo, con una gran piscina (35 metros cuadrados) con su vestuario y un buen jardín. Es una bonita y moderna casa blancasituada en una tranquila urbanización, a dos pasos de las rocas y el mar, en un paisaje mediterráneo puro. Allí se escapa cuando puede la familia que ha formado el periodista con su mujer, fotógrafa, y su hijo, preadolescente.

¿Verá su entrevista con el Papa en su casa de la Costa Brava? Aficionado al fútbol y a los viajes, Évole suele viajar a menudo por placer, con la familia y amigos. Así que puede que le pille trabajando en un nuevo reportaje, en el Port de la Selva con el ruido de las olas de fondo, o en cualquier punto del mundo con su familia. Es lo que suele tener el éxito profesional: que ganas mucho dinero.

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