Cómo diseñar una estrategia de ahorro y planificación financiera a largo plazo
Las estrategias de ahorro son útiles porque salvaguardan las finanzas de la incertidumbre económica que se presenta en la economía mundial. Una planificación flexible a largo plazo es una medida que ofrece seguridad financiera a las personas y empresas.
Prepararse para contar con una reserva de dinero estratégica para cubrir gastos a futuro es una idea inteligente que ofrece tranquilidad y fortaleza para cubrir gastos corrientes o imprevistos con una planeación financiera personalizada.
Ahorrar para el futuro
Proyectarse a futuro para visualizar las metas a cumplir a corto, mediano y largo plazo, genera la necesidad de los planes financieros, donde se incluya la revisión de los ingresos, los gastos, las inversiones, las deudas, y otros indicadores económicos, con el fin de plantearse la forma de contar con un fondo de ahorros.
Tener proyectos
Los planes de vida, con metas generales a alcanzar en cada etapa, necesitan de proyectos para que sea más fácil planificar la economía. Tener las metas definidas permite que se pueda ahorrar para ir alcanzando los objetivos propuestos en cada etapa, aparte del estilo que se asuma.
Delimitar los objetivos
La priorización de los objetivos es una regla general que ayuda a ahorrar para el futuro, ya que se ahorra para satisfacer las necesidades que ofrezcan mayor seguridad económica, desde la etapa de formación, la laboral, hasta la jubilación.
Muchas personas ahorran para adquirir vivienda, estudios universitarios, jubilación, aunque hay quienes gastan en viajes, gustos o lujos y son las que suelen tener más deudas y menos opción de ahorrar. Mientras, quienes se encuentran libres de deudas, tienen mejores condiciones económicas a futuro.
Diseñar presupuesto
Los planes financieros necesitan de presupuestos que revisen ingresos y gastos fijos como pago de vivienda, costos de alimentos y otras prioridades y gastos variables como diversión, gastos en estética, viajes y salidas a comer; entre otros. Estos últimos pueden ser eliminados en la medida de lo posible para sincerar el presupuesto.
La fórmula del 50%, 30% y 20% indica que los ingresos fijos bien administrados, se distribuyen en un 30% a los gastos fijos, el 30% a los gastos variables y un 20% se ahorra para el futuro, en fondos que tienen métodos sencillos de planificación financiera.
Invertir en fondos de pensiones
Los empleados que inician sus planes de ahorro desde muy jóvenes, cerca de los treinta años, pueden ahorrar importantes montos de dinero y jubilarse más temprano, por los beneficios de planes programados como las pensiones voluntarias que acumulan un 8% de los ingresos anuales y protegen los ahorros, porque generan rentabilidad, libre de impuestos al momento del retiro.
Tomar medidas complementarias
Para iniciar un plan de ahorro con miras al futuro no basta con invertir en fondos de ahorro, además hay que prepararse con la adquisición de buenos hábitos financieros (ver aquí), empezando por pagar las deudas en tarjetas de crédito y otros productos de endeudamiento y evitar contraer nuevas.
El pago de intereses altos o variables descuadra cualquier presupuesto y plan de ahorro, por lo que para contar con salud financiera se necesita suprimir las compras innecesarias y contar con fondo para emergencias.
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